jueves, 20 de junio de 2013

Seriedad vs Fashionismo

Hace tiempo que me replanteo esta cuestión la verdad, tras discusiones con mi hermano y mi padre y reconsideraciones en plan "Las pelis son pelis" después de verme una y otra vez "Una rubia muy legal" (no me avergüenzo, que quede claro) he tomado una determinación que me lleva a una frustración constante: Ser fashionista y abogada a la vez es algo complicado.

El mundo laboral implica un mínimo de seriedad, no cabe duda, pero ya que abarca varios sectores existen algunos más flexibles que otros en lo que respecta a la manera de vestir, si trabajas de publicista el entorno ha de ser creativo, y tu debes expresar con libertad tu personalidad y creatividad puesto que de eso vives, en otros trabajos, como por ejemplo la docencia, el hecho de dar ejemplo a tus alumnos no impide que puedas ir a la moda y que todas las niñas te marquen como su icono de estilo con un amplio abanico de posibilidades dentro de unos limites de decoro claro ( a mi me ha pasado, que mona iba la profesora de Geografía porfavor, un Olé pa ti) y bueno, no hablamos ya del mundo de la moda, fotografía etc. etc. pero claro, en el mundo del Derecho... en este mundo, ya es otra historia, ya es otra historia en BLANCO, NEGRO, AZUL MARINO Y GRIS. Si, este es el abanico taaaaaaan multicolor que me presentan a la hora de ir a una entrevista de trabajo (restringiendo lo del blanco). LLORO.

Esto tiene una sencilla y lógica explicación: Confianza. Tus clientes buscan confianza, seriedad, buscan a alguien que gane tu caso, que argumente, por poner un ejemplo, prefieren las gafas a las lentillas, la mochila al bolso, y una variedad de 3 colores de bolis en tu estuche. Con todo eso les estas diciendo: lo único que me importa en esta vida ahora mismo es tu caso y me da igual si soy lo más aburrido del mundo porque no me pagas por ser divertida, si no eficaz.

Estoy enfadada. Otra vez con los dichositos clichés de siempre. Una abogada buena será igual de buena vestida de cualquier color dentro de los límites de decoro de los que hablaba antes ¿Qué tiene de malo un traje de chaqueta rojo? ¿Unos pantalones azules y una blusa y camisa blanca? ¿acaso pido TANTÍSIMO?


No hablo de ir a trabajar como si fuera a un pase de modelos, ni tampoco de fiesta, ni a la universidad, para cada situación hay que ser correcta vistiendo, pero, un poquito de por favor... un poquito de flexibilidad y libertad de expresión.

Desde aquí me levanto y solicito un apoyo social en favor de la erradicación de clichés en cuanto a los colores a la hora de ir a trabajar, a los clichés en torno a la seriedad y los colores sombríos y oscuros y sobretodo a las discriminaciones que en estos casos suceden. IGUALDAD LABORAL.

Además, estoy absolutamente segura de que no soy la única que le pasa. Tengo un pantalón rosa de vestir y PIENSO UTILIZARLO. ahí queda.


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